Cartas a un joven poeta

De toda la obra epistolar de Rilke, ésta es la más difundida y leída; se trata de diez cartas escritas por él ente 1903 y 1908 a un joven poeta: el cadete Franz Xaver de la escuela militar austrohúngara, quien envía algunos de sus poemas, acompañados de una carta en la que dejaba ver su alma como no lo había hecho antes, pidiendo opinión de estos poemas. Rilke le dio respuesta y de ahí surgen estas epístolas, que fueron publicadas en 1929.
Rilke, "poeta de lo sagrado, revela el mundo a los jóvenes con la sinceridad de una ética. Vivir es difícil, vivir es doloroso, de ahí la importancia de entregarse a la vida y al amor, y enfrentar sus dificultades, entrega lo más depurado de su experiencia en breves páginas donde, más que un maestro, es un amigo fiel, con todo lo que estos términos implican."